viernes, 19 de diciembre de 2008

Sacar electricidad de las patatas


La idea básica es construir un simple circuito tomando la patata como parte de una sencilla batería, y comprobar la circulación de la corriente eléctrica de alguna manera, siempre y cuando tal circuito ¡no consuma demasiado! Pero, ¿la patata genera electricidad? La verdad es que no. La patata no es un generador eléctrico, ni tampoco un acumulador, sino simplemente un elemento más en el circuito.
La idea básica de estos montajes se basa en las reacciones redox (reducción-oxidación). Los circuitos, en cuanto a la “batería” se refiere, se reducen a una patata y dos electrodos de diferente metal. Por ejemplo, un electrodo puede ser de cobre y otro de cinc.
La patata actúa como electrolito, el ácido ascórbico es el elemento que cierra el circuito. Al disponer cobre y cinc en una disolución de electrolito, se produce la reacción redox y los electrones fluyen desde el cinc hasta el cobre, pero en realidad esto es bastante lento. Por ello, los voltajes obtenidos por patata no suelen superar los 0,5 V y los 0,2 mA (miliamperios). Esto no llega a nada, pero colocando las patatas en serie (para aumentar el voltaje) y posteriormente juntando series de patatas en paralelo (para aumentar la corriente), se pueden conseguir baterías decentes. Eso si, inmanejables.
La reacción durará lo que dure la solución de electrólito. Podéis ver un asombroso (por no decir absurdo) ejemplo de batería de patatas, capaz de alimentar un pequeño equipo de sonido, o incluso un reloj de cocina, pero es bastante más barato una pila. Sólo falta que todos tengamos una pequeña plantación de patatas en la terraza de casa para que podamos tener energía y los problemas energéticos del mundo se reducirían a comer patatas de todas las maneras posibles.

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