Dificultad: Depende de la experiencia
Ingredientes:
Patatas de Cella
Aceite de oliva del Bajo Aragón
Sal
Utensilios:
Sartén
Plato amplio
Rasera
Cuchara de madera (opcional)
Una tabla de cortar (opcional)
Una bolsa de basura
Un periódico del domingo
Modo de hacerlo:
En primer lugar debes buscar un periódico del domingo (suelen ser más gordos que los de los días normales).
Extiende las hojas sobre el suelo de la cocina con cuidado de no dejar ningún espacio entre ellas, no vaya a ser que al final tengas que coger el mocho.
Sé que es difícil pero debes de buscar varios elementos: una sartén (generalmente se encuentran todas juntas, coge la más grande), patatas (suelen estar en un espacio cerrado, asegúrate de que son de Cella), aceite (la botella verde, no la morada) y sal (está en un cuenco que pone “sal”).
Además de todo ello has de hacerte con un cuchillo de cocina (suelen estar en el primer cajón de la derecha).
Asegúrate de que estás tranquilo porque ahora vas a proceder a pelar las patatas. Para ello puedes entrenar unos días antes con naranjas, que se dejan pelar mejor, porque con las patatas hemos de dejar la menor cantidad posible de hueco entre la piel y lo blanco.
Las patatas se mondan (no hace falta que lo hagas con el cuchillo y el tenedor -a lo mejor te enseñaron a pelar naranjas así en un colegio de pago-).
Las peladuras se echan en la bolsa de basura (generalmente, debajo del fregadero).
Una vez peladas, has de lavarlas en el fregadero. Para ello colócalas debajo del chorro del grifo dándoles unas vueltas.
Muchos chef recomiendan sumergir las patatas en agua al menos durante media hora (se les va el almidón). Te recomiendo la lectura del libro “Curiosidades y recetas en torno a las patatas” elaborado por Aula Cella Cultural.
Y a continuación algo difícil pero que, si te sale bien esta receta y lo haces muchas veces, mejora con el tiempo. Se trata de cortar las patatas en tiras de medio centímetro de grosor. Si cortas las patatas a lo largo en forma de rodajas luego puedes poner cada rodaja en una tabla de cortar y dividirlas de un modo sencillo. Te acompaño un esquema.
Colócalas sobre papel de secar para que se les vaya el agua.
Vierte bastante aceite en la sartén y ponla sobre fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente ve añadiendo las tiras de patata poco a poco y con cuidado de no salpicarte. A mitad de cocción dales la vuelta.
Para darles la vuelta necesitas una rasera. Es un utensilio con un palo largo y acabado en un redondel con agujeros. Si mientras la buscas encuentras también una cuchara de madera te será muy útil cogerla porque puede servirte de ayuda para darles vuelta a las patatas.
Cuando las patatas adquieren un color amarillo suave y tienen pintas de estar crujientes debes retirarlas de la sartén. Este paso conlleva cierta dificultad porque has de intentar por todos los medios no llevarte aceite, con el que las patatas quedarían embadurnadas y la vista no es muy apetecible. No te he explicado en este paso que para poder retirarlas de la sartén necesitan un plato ancho amplio o un cuenco en el que introducirlas. Suelen estar en el lugar de los platos.
Una vez que has apartado todas las patatas has de añadirles sal. Espolvorea por encima (no mucha cantidad) y con cuidado. Dales las vueltas con las manos y añade más sal, para que quede homogéneo el reparto). Sácalas a la mesa e invita a los amigos a una comida singular en la que quedan desarrolladas todas las propiedades de la patata de Cella: su calidad, su prestancia y su sabor. Las patatas fritas de Cella suelen quedar tersas y crujientes, no como las del bar de abajo o las de empresas de comida rápida.
Te aseguro que quedarás muy bien con los amigos y amigas y con los familiares y sabrán reconocer tu pericia gastronómica. Acompáñalas de buen vino (suele haberlo en Aragón).Cuando termines recoge las hojas de los periódicos dispersas por el suelo y ponlas en el contenedor de papel del barrio. No hace falta que pases el mocho si lo has hecho todo correctamente.
Ingredientes:
Patatas de Cella
Aceite de oliva del Bajo Aragón
Sal
Utensilios:
Sartén
Plato amplio
Rasera
Cuchara de madera (opcional)
Una tabla de cortar (opcional)
Una bolsa de basura
Un periódico del domingo
Modo de hacerlo:
En primer lugar debes buscar un periódico del domingo (suelen ser más gordos que los de los días normales).
Extiende las hojas sobre el suelo de la cocina con cuidado de no dejar ningún espacio entre ellas, no vaya a ser que al final tengas que coger el mocho.
Sé que es difícil pero debes de buscar varios elementos: una sartén (generalmente se encuentran todas juntas, coge la más grande), patatas (suelen estar en un espacio cerrado, asegúrate de que son de Cella), aceite (la botella verde, no la morada) y sal (está en un cuenco que pone “sal”).
Además de todo ello has de hacerte con un cuchillo de cocina (suelen estar en el primer cajón de la derecha).
Asegúrate de que estás tranquilo porque ahora vas a proceder a pelar las patatas. Para ello puedes entrenar unos días antes con naranjas, que se dejan pelar mejor, porque con las patatas hemos de dejar la menor cantidad posible de hueco entre la piel y lo blanco.
Las patatas se mondan (no hace falta que lo hagas con el cuchillo y el tenedor -a lo mejor te enseñaron a pelar naranjas así en un colegio de pago-).
Las peladuras se echan en la bolsa de basura (generalmente, debajo del fregadero).
Una vez peladas, has de lavarlas en el fregadero. Para ello colócalas debajo del chorro del grifo dándoles unas vueltas.
Muchos chef recomiendan sumergir las patatas en agua al menos durante media hora (se les va el almidón). Te recomiendo la lectura del libro “Curiosidades y recetas en torno a las patatas” elaborado por Aula Cella Cultural.
Y a continuación algo difícil pero que, si te sale bien esta receta y lo haces muchas veces, mejora con el tiempo. Se trata de cortar las patatas en tiras de medio centímetro de grosor. Si cortas las patatas a lo largo en forma de rodajas luego puedes poner cada rodaja en una tabla de cortar y dividirlas de un modo sencillo. Te acompaño un esquema.
Colócalas sobre papel de secar para que se les vaya el agua.
Vierte bastante aceite en la sartén y ponla sobre fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente ve añadiendo las tiras de patata poco a poco y con cuidado de no salpicarte. A mitad de cocción dales la vuelta.
Para darles la vuelta necesitas una rasera. Es un utensilio con un palo largo y acabado en un redondel con agujeros. Si mientras la buscas encuentras también una cuchara de madera te será muy útil cogerla porque puede servirte de ayuda para darles vuelta a las patatas.
Cuando las patatas adquieren un color amarillo suave y tienen pintas de estar crujientes debes retirarlas de la sartén. Este paso conlleva cierta dificultad porque has de intentar por todos los medios no llevarte aceite, con el que las patatas quedarían embadurnadas y la vista no es muy apetecible. No te he explicado en este paso que para poder retirarlas de la sartén necesitan un plato ancho amplio o un cuenco en el que introducirlas. Suelen estar en el lugar de los platos.
Una vez que has apartado todas las patatas has de añadirles sal. Espolvorea por encima (no mucha cantidad) y con cuidado. Dales las vueltas con las manos y añade más sal, para que quede homogéneo el reparto). Sácalas a la mesa e invita a los amigos a una comida singular en la que quedan desarrolladas todas las propiedades de la patata de Cella: su calidad, su prestancia y su sabor. Las patatas fritas de Cella suelen quedar tersas y crujientes, no como las del bar de abajo o las de empresas de comida rápida.
Te aseguro que quedarás muy bien con los amigos y amigas y con los familiares y sabrán reconocer tu pericia gastronómica. Acompáñalas de buen vino (suele haberlo en Aragón).Cuando termines recoge las hojas de los periódicos dispersas por el suelo y ponlas en el contenedor de papel del barrio. No hace falta que pases el mocho si lo has hecho todo correctamente.
José Luis Aspas (Villar del Cobo, Teruel)
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